Nació en Cesena, Italia, en
1928 y murió en Bolonia en 2012. Viene de los estudios clásicos, dibuja de niño
y su formación artística es autodidacta, pero proviene de sugerencias de la
familia (su tío era pintor). La pasión por el dibujo se expresa en un grupo de
hojas con temas sociales. Las pinturas de los primeros años cuarenta aparecen
como una anticipación de lo que el artista va a crear desde la década
siguiente. En el debate de posguerra que ve a artistas abstractos enfrentados a
defensores del arte figurativo, se puso del lado de estos últimos. La vida
doméstica y metropolitana son los temas que pinta con diligencia: en el centro
está el enigma del ser humano que, con el tiempo, se convertirá en un crítico
sulfuroso de la sociedad del consumismo y el individualismo. Se reveló al
público en una exposición colectiva celebrada en 1946 en su ciudad natal. En el
mismo año permaneció brevemente en Turín (trabajó como ilustrador para la
Gazzetta del Popolo). En 1948 se trasladó a Roma. Aquí Guttuso adquiere sus
dibujos y se hacen amigos. También conoce a otros artistas famosos, como
Vespignani y Muccini. Con este último y con Cagli expuso en la Galería romana
Il Pincio (que posteriormente presentará sus obras en 1950). Expuso en la Cuadrienal
Romana (1959) y en la Galleria della Pesa (1960). En su corpus pictórico
encontramos algunos ciclos temáticos precisos. "Pintor del" realismo
existencial "(como lo define el crítico e historiador del arte Enrico
Crispolti), puebla sus pinturas de figuras dispersas en tonos cercanos al
monocromo. Continuando con los ciclos, llega a las Pinturas Verdes, dedicadas a
la relación entre el hombre y la naturaleza (1971-1973); luego viene la serie
La cena (1975-1976), mientras que al principios de los años ochenta pertenecen
las veinte pinturas y los quince estudios de imaginación y memoria familiar;
1985 está marcada por la tarde o ciclo de reflexión. La última serie de grandes
pinturas, expuesta en 2000, se titula Notturno. El diálogo con el cine —su
pintura es como si siempre fuera una imagen fija— se estrecha cuando Mario
Monicelli se inspira en sus atmósferas y colores para “Un pequeño burgués” y
Ettore Scola elige como su manifiesto para la “Terraza” uno de sus cuadros: “Cena
de trabajo cíclico”. Entre las numerosas exposiciones del artista, también
conocidas en el extranjero, mencionamos a "Alberto Sughi. Reuniones en el
bar", en la Galleria Ca 'd'Oro en Roma (1988), el antológico "Alberto
Sughi en la Colección Zavoli. Pinturas y obras sobre papel de 1958 a 2000",
Urbino, Palazzo Ducale (2000). En 2007, el Complesso del Vittoriano en Roma le
rinde homenaje, con una antología de Carlo Arturo Quintavalle.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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